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5 claves para liderar bien. Liderar no es mandar.

  • Foto del escritor: Fernando Glas
    Fernando Glas
  • 20 jun
  • 3 Min. de lectura

Cómo transformar la autoridad del jefe en un liderazgo natural. 

Liderar no es solo dar órdenes. Es influir, conectar y adaptarse.

A menudo, trabajando con diferentes clientes, observo una dificultad en los nuevos líderes para asumir su rol más allá de sus responsabilidades técnicas y de gestión básica de equipos y tareas. Y sé -por experiencia trabajando con las mismas empresas- que, por lo general, el problema radica en que se promovió a posiciones de liderazgo buenos profesionales con experiencia y conocimiento técnico… pero que no necesariamente poseen las habilidades de liderazgo indispensables para tener éxito en la posición.  

 

No es culpa de ellos. Para convertirse en un buen líder es necesario mucho más que experiencia y capacidades técnicas. 

 

En este pequeño artículo quiero compartir contigo 5 claves para liderar bien. Liderar no es mandar, y estas te ayudarán a potenciar tus capacidades rápidamente en tu nuevo rol como responsable de otras personas.

 

Aquí te van: 

 

 

Clave 1: Abrazar la soledad del verdadero liderazgo. 

 

No nos referimos a vivir solo o a no tener amigos.  

 

Como líder, te tocará tomar decisiones solo. Y muchas veces sin tener precedentes claros sobre la situación. Tomar decisiones como líder implica hacerse responsable de ellas.  

 

El buen líder asume la responsabilidad sobre sus errores y comparte el reconocimiento sobre las victorias. 

 

Clave 2: Descubrir tu estilo de liderazgo: el primer paso para influir con autenticidad. 

 

En el mundo actual se han radicalizado los clichés sobre “la manera correcta” de comportarse o de asumir un rol. Sin embargo, cuando hablamos de liderazgo, podemos decir que hay una grande variedad de estilos de liderazgo donde se combinan rasgos de personalidad, estilo comportamental, vivencias y capacidades cognitivas. 

  

Para ser un buen líder es indispensable conocerse mejor. Existen en la actualidad herramientas psicométricas que ayudan a identificar esas características únicas que definen tu propio estilo de liderazgo. 

 

Te invito a explorar tu propia personalidad, sin prejuicios, para desarrollar un estilo de liderazgo auténtico y así llegar a tus colaboradores de manera natural.  

 

Clave 3: Saber diferenciar los roces de los conflictos. 

 

En los equipos dinámicos y diversos los conflictos son inevitables. Y la diversidad es necesaria para lograr un alto desempeño. La diversidad nos permite nutrir al equipo de nuevas perspectivas y de formas diferentes de hacer las cosas. Es la semilla de la innovación de las empresas que buscan ubicarse en la vanguardia. 

 

Es justamente esa combinación de factores (diversidad, dinamismo y búsqueda de innovación) la que hace que haya pequeños roces en los equipos.  

 

Si logras diferenciar estos roces de los conflictos más importantes, podrás lograr desarrollar relaciones de trabajo más naturales y fluidas que integren las diferencias en las relaciones cotidianas dentro de tu equipo de trabajo.  

 

Clave 4: Adaptarse rápidamente a los cambios. El líder que no cambia, se estanca. 

 

Me he encontrado varias veces con el mismo diagnóstico en diferentes empresas: jefes experimentados con métodos probados en el pasado que ya no dan los mismos resultados que los de hace 5 o 10 años. 

 

Una empresa es un organismo vivo. Y como todo organismo debe adaptarse y cambiar para conservar la vida.  

 

En mi experiencia, los líderes que se adaptan rápido a los cambios “sufren” menos en el trabajo. Y los líderes que imponen tendencias (generan nuevos cambios) disfrutan más de la vida laboral. 

 

 

Clave 5: Desarrollar el arte de la comunicación asertiva 

 

La asertividad no es un don. Es un arte que hay que desarrollar. Podríamos definirla como la capacidad de decir las cosas de manera directa, franca y con empatía.  

 

Veo muchos líderes “pateando los problemas” hacia adelante por no comunicar claramente lo que necesitan decirles a sus colaboradores. Tener el valor de afrontar conversaciones difíciles es una habilidad indispensable de todo líder. 

 


*** 

 

 

Desde mi perspectiva, el buen líder responde a una combinación de experiencia, características naturales de su personalidad y habilidades de liderazgo. 

 

Lo segundo puede identificarse con una combinación de entrevistas estructuradas y evaluaciones psicométricas basadas en ciencia. Lo tercero se puede desarrollar a través de un proceso de capacitación adecuado. 

 

En tu organización, ¿tienes jefes que solo distribuyen tareas o líderes en potencia? Te leo en los comentarios. 

 

 

CEO de Agencia Siete Consultores / Country Manager de Thomas International 

 


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